(Aclaro, esto es muy muy personal)
En realidad yo no siento que sea un gran logro convertirme en ingeniero, para mi era solo cuestión de tiempo, tenía la seguridad de que nada de lo que hiciera iba a cambiar el hecho de que tarde o temprano me graduaría*. A esto le veo dos explicaciones:
La escuela
Ah, la siempre bella ESCOM. Terminé odiándola en algunos aspectos:
- Las materias. Obsoletas, está bien que nos enseñen las bases de las herramientas que ahora son muy utilizadas, pero no que las clases que uno pensaría que son de tecnología terminen convertidas en lecciones de historia.
- Los maestros. Profesores con poco interés, poco conocimiento, o una extraña combinación de ambas. Los más exigentes fueron siempre los que más carencias tenían como profesores (o lo eran “a su estilo”). Lo más rescatable de mis 6 años de carrera fueron solo algunos que más que enseñarme cosas, me inspiraron a aprenderlas.
- Las evaluaciones. Mucho se ha dicho sobre esto. Y es que a pesar de que con el paso del tiempo se está tratando de cambiar el paradigma, las evaluaciones siguen siendo más un ejercicio de memoria que una verdadera demostración de comocimiento aplicado.
Mi medianía
Apenas pasé algunas materias: las señales son mi némesis y la electrónica analógica nunca me llamó la atención (aunque a últimas fechas le estoy agarrando el gusto). Las que más me gustaron fueron las de computación y en esas me iba de maravilla. Durante toda la carrera nevegué en la medianía: no menos de 8 en las de computación y no más de eso en las demás, esto sin contar las de “sociales”.
Veo muchas carencias en lo que debería saber pero también sé que conozco muchas otras que nunca me enseñaron. Ya para terminar, mi promedio final (el promedio maestría): 8.30, “bueno para ser una ingeniería”, dirían unos cuantos.
En fin, el papel ahí está* no voy a renegar de él porque bastante ayuda y al menos demuestra perseverancia, pero no me siento ingeniero.
Edición el 22 de abril de 2017: Quisiera aclarar que escribí este post con la intención de hacer una crítica constructiva hacia la escuela en los aspectos en los que me parece que hay oportunidades de mejora.
También quisiera señalar que una vez reflexionando, me he dado cuenta de que en realidad sí es un gran logro haberme convertido en ingeniero, ya que esto me permitirá contribuir a mejorar la calidad de la educación.